Antes de concluir con esta sección, obsérvese que el problema de autocorrelación es generalmente más común en los datos de series de tiempo, aunque puede presentarse y, de hecho, se presenta en la información de corte transversal. En la información de series de tiempo, las observaciones están ordenadas en orden cronólogico. Por consiguiente, es probable que haya intercorrelaciones entre las observaciones sucesivas especialmente si el intervalo de tiempo entre éstas es corto, como por ejemplo un día, una semana o un mes en lugar de un año. Generalmente, no hay tal orden cronológico en la información de corte transversal, aunque en algunos casos puede existir un orden similar. De esta forma, en una regresión de corte transversal del gasto de consumo sobre el ingreso, donde las unidades de las observaciones son los 50 estados de los EStados Unidos, es posible que la información esté ordenada en forma de grupos tales como sur, suroeste, norte, etc. Puesto que es probable que el patrón de consumo difiera entre una región geográfica y otra, aunque sean sustancialmente similares dentro de una región dada, los residuales estimados de la regresión pueden presentar un patrón sistemático asociado con diferencias regionales. El punto de anotar es que, aunque la incidencia de la autocorrelación está asociada predominantemente con la información de series de tiempo, ésta puede presentarse en la información de corte transversal. Algunos autores denominan la autocorrelación como información de corte transversal autocorrelación espacial, es decir, correlación en el espacio más que el tiempo. Sin embargo, es importante recordar que en el análisis de corte transversa, el ordenamiento de la información debe tener alguna lógica o interés económico para dar sentido a cualquier determinación de si hay o no presencia de autocorrelación.
Debe mencionarse también que la autocorrelación puede ser positiva o negativa, aunque generalmente muchas series económicas de tiempo presentan autocorrelación positiva porque la mayor parte de éstas se mueven hacia arriba o hacia abajo durante períodos prolongados de tiempo. El comportamiento que muestra en la figura 12.3b de movimientos constantes hacia arriba y hacia abajo no es frecuente.
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