Si bien se dispone de numerosos datos para la investigación económica, su calidad no siempre es
adecuada, y por múltiples razones.
1. Como ya vimos, en su mayoría, los datos de las ciencias sociales son de naturaleza no experimental.
Por consiguiente, es posible incurrir en errores de observación, sea por acción u
omisión.
2. Aun en datos reunidos experimentalmente surgen errores de medición debido a las aproximaciones
o al redondeo.
3. En encuestas por cuestionarios, el problema de la falta de respuesta puede ser grave; un investigador
tiene suerte si obtiene una tasa de respuesta de 40%. El análisis basado en dicha tasa
de respuesta parcial quizá no refl eje de verdad el comportamiento del 60% que no respondió,
y ocasione, por consiguiente, un sesgo de selectividad (muestral). Además, existe el problema
de quienes responden el cuestionario pero no todas las preguntas, sobre todo las que son delicadas
por tratar cuestiones fi nancieras, lo que genera un sesgo adicional de selectividad.
4. Los métodos de muestreo para obtención de datos llegan a variar tanto que a menudo es difícil
comparar los resultados de las diversas muestras.
5. Las cifras económicas suelen estar disponibles en niveles muy agregados. Por ejemplo, la
mayor parte de los macrodatos (como el PIB, empleo, infl ación, desempleo) están disponibles
para la economía en su conjunto, o, en el mejor de los casos, para algunas regiones geográfi cas
muy amplias. Los datos con estos niveles tan elevados de agregación tal vez no ilustren mucho
sobre los sujetos o las microunidades objeto de estudio.
6. Debido a su carácter confi dencial, ciertos datos sólo pueden publicarse en forma muy agregada.
En el caso de Estados Unidos, por ejemplo, la ley prohíbe al IRS (hacienda) revelar información
sobre declaraciones de impuestos individuales; sólo puede revelar algunos datos generales. Por
consiguiente, si se desea conocer el monto gastado en salud por los individuos con cierto nivel
de ingresos, sólo es posible en un nivel muy agregado. Pero los macroanálisis de este tipo con
frecuencia resultan insufi cientes para revelar la dinámica del comportamiento de las microunidades.
De igual forma, el Departamento de Comercio estadounidense, que levanta el censo
de empresas cada cinco años, no tiene autorización para revelar información sobre producción,
empleo, consumo de energía, gastos de investigación y desarrollo, etc., de las empresas.
Así, es difícil estudiar las diferencias entre las empresas en estos aspectos.
Por estos problemas, y muchos más, el investigador debe tener siempre en mente que
el resultado de la investigación será tan bueno como lo sea la calidad de los datos. Por
tanto, si en algunas situaciones los investigadores concluyen que los resultados de la investigación
son “insatisfactorios”, la causa puede ser la mala calidad de los datos y no un modelo
equivocado. Por desgracia, debido a la naturaleza no experimental de los datos de la mayoría
de los estudios de ciencias sociales, los investigadores con frecuencia no tienen más remedio
que depender de la información disponible. Sin embargo, siempre deben tener presente que los
datos pueden no ser los mejores y tratar de no ser muy dogmáticos sobre los resultados de un
estudio dado, sobre todo cuando la calidad de los datos no es confiable.